Resumen:
Los abonos orgánicos han sido la base y el sustento de la agricultura por siglos ysu influencia sobre la fertilidad de los suelos se han demostrado, aunque su composición química, el aporte de nutrimentos a los cultivos y su efecto en el suelo varían según su procedencia, edad, manejo y contenido de humedad (Romero etal., 2000). Además por el material orgánico que contienen ofrece ventajas que difícilmente pueden lograrse con los fertilizantes inorgánicos (Castellanos, 1980) en cultivos convencionales de maíz. Los cultivos manejados con prácticas orgánicas usan un 30% menos de energía, conservan más agua en el suelo, estimulan menos erosión, además de provocar menor degradación de la calidad de los recursos biológicos contrariamente al de la
agricultura convencional (Pimentel, et al. 2005). El cultivo de maíz es de notable importancia, debido a la gran demanda que posee a nivel nacional e internacional, por lo que se pretende encontrar técnicas a base de experimentos que promuevan y den mejores resultados, evitando el uso desmedido de los plaguicidas, así como el uso de fertilizantes químicos, es decir, sustituir todos estos elementos por insumos orgánicos totalmente sustentables.