Resumen:
El fuego es una fuerza, útil, por su desprendimiento de luz y calor, o bien una
fuerza destructora, por su capacidad de hacer combustionar todo cuanto
encuentre a su paso en medios materiales, naturales o artificiales y animales.
El hombre conoció el fuego a través de sus manifestaciones naturales,
erupciones de volcanes, incendios de los bosques debido a los rayos, los fuegos
fatuos, etc. Lo obtuvo de las fuentes naturales y lo utilizó, inicialmente, para
calentarse, iluminarse y protegerse de los animales. Más tarde aprendió a
crearlo por sí mismo, por ello la erradicación de su vida nómada. Sin embargo el
fuego, siempre ha sido tanto un elemento útil, como un elemento destructivo.
Es esa doble cara del fuego, esa dicotomía de ser al mismo tiempo: amigo y
enemigo, es lo que ha hecho que el hombre haya luchado contra sus
manifestaciones destructivas, y trabajado para obtener los máximos beneficios
de sus propiedades.