Resumen:
Se entiende por gestión del combustible el diseño y la puesta en práctica de un sistema de control, supervisión y, especialmente, de seguimiento del consumo de carburante global e individualizado de los vehículos de una flota de transporte. La gestión del combustible permite aprovechar de la manera más rentable cada litro de combustible adquirido, contribuyendo con ello no sólo a la economía de la empresa, sino también al ahorro energético y a la mejora de la conservación del medio ambiente. Una adecuada gestión del combustible está además ligada a:
Una adecuada planificación de rutas y de vehículos.
La utilización de las técnicas de conducción eficiente.
Un correcto mantenimiento de los vehículos.
La calidad del servicio prestado al cliente.