Abstract:
Los abonos orgánicos han sido la base y el sustento de la agricultura por siglos y
su influencia sobre la fertilidad de los suelos se han demostrado, aunque su
composición química, el aporte de nutrimentos a los cultivos y su efecto en el suelo
varían según su procedencia, edad, manejo y contenido de humedad (Romero et
al., 2000). Además por el material orgánico que contienen ofrece ventajas que
difícilmente pueden lograrse con los fertilizantes inorgánicos (Castellanos, 1980) en
cultivos convencionales de maíz.