Resumen:
La fabricación comercial de hielo en bloques consiste en rellenar moldes de metal (normalmente lámina galvanizada) con agua y sumergirlos en un baño de salmuera (generalmente cloruro sódico o cálcico) refrigerada a una temperatura muy inferior a la de congelación del agua. Tras varias horas, el agua se congela por transferencia de calor a la salmuera y los bloques de hielo se sacan de los moldes tras liberarlos por inmersión en agua; finalmente, se almacenan en espacios de donde llevan un ciclo de refrigeración parecido al de los bloques de hielo.
La producción de hielo en bloques es una operación discontinua; una vez vaciados, los moldes se vuelven a rellenar de agua y se vuelven a colocar en el depósito de salmuera durante otro período de congelación. Normalmente se sacan los moldes por filas poco a poco, y no por completo como se pensaría, debido a que se ahorra mucho más energía. Sea cual sea la capacidad de la máquina de elaboración de hielo en bloques, se necesita mano de obra de forma continua para atender todas las operaciones, en particular, la extracción y manipulación del hielo.