Resumen:
La mayoría de los plásticos están hechos a base de petróleo y combustibles fósiles (alrededor del 5% es utilizada para la producción de estos) y son por definición productos no sustentables lo que atribuye un impacto ambiental muy fuerte y con consecuencias irreversibles, es por eso que se han buscado alternativas para controlar estos efectos. Una de las alternativas con mejores resultados es el uso de biopolímeros (plásticos biodegradables producidos a base de almidón, celulosa o bacterias), en especial para utensilios que tienen una vida útil reducida o no son de fácil reciclaje, como las envolturas de alimentos. El biopolímero de interés es el ácido poliláctico (PLA), este es de origen microbiano, que se deriva principalmente de la fermentación de azúcares a ácido láctico. Los azúcares pueden derivar de la hidrólisis de polisacáridos como el almidón. El PLA se deriva de una catálisis molecular y requiere de varios dímeros cíclicos de Ácido Láctico “lactida” para obtenerlo. La lactida es un producto natural renovable que se produce como subproducto de la fermentación de biomasa con alto contenido de almidón, tales como la remolacha de azúcar, el trigo o el azúcar.