Línea piloto de beneficio de materiales reciclables con interés metalúrgico

Abstract

El término “Reciclaje” hace mención a un proceso físico-químico o mecánico que consiste en someter a una materia o un producto ya utilizado a un tratamiento total o parcial para obtener una materia prima o un producto nuevo. Otra definición correcta, se refiere a la obtención de materias primas a partir de desechos, introduciéndolos de nuevo en el ciclo de vida y con el único fin de aminorar el agotamiento de recursos naturales y disminuir de forma eficaz los desechos.[1] La importancia del reciclado metalúrgico radica en contribuir al no deterioro del medioambiente y a no sobreexplotar las fuentes de recursos naturales. Los metales que generalmente se reciclan son: aceros, cobres, latones, níquel, aluminio y bronce. De estos el aluminio y el acero son materiales más comúnmente reciclados. Al reciclar una lata de aluminio se contribuye a ahorrar energía suficiente para hacer funcionar una lámpara incandescente de 100 watts durante 20 horas, una computadora durante 3 horas o una televisión durante 2 horas. Para producir una tonelada de aluminio se requiere de 4 toneladas de mineral, si esa misma tonelada es de material reciclado se ahorra hasta 37 barriles de petróleo. [2] Al reciclar chatarra, se reduce la contaminación de agua, aire y los desechos de la minería hasta en un 70 %. Aproximadamente, el 60 % de acero nuevo producido en Norteamérica es elaborado con desecho de hierro. Un ejemplo actual y relevante es la venta de materiales reutilizables de coches antiguos, pues cerca del 65 % de un coche chatarra es de acero (el resto son de otros metales, más vidrio, caucho y tapicería). Con 14 millones de toneladas de acero de coches que se deshuesan cada año, contribuyendo a la industria de un total de 76 millones de toneladas de acero y hierro reciclado, es fácil ver que el reciclaje de automóviles es un negocio altamente redituable. En 2006, debido al gran auge y demanda en la industria de la construcción, el precio del acero se estaba incrementando considerablemente, provocando que el costo de la chatarra de acero aumentara un 20 por ciento por encima del precio del mercado. [3][4].