Resumen:
Las necesidades energéticas de las viviendas, de las empresas, de los comercios y todos los servicios de una ciudad (por ejemplo alumbrado público) a menudo son muy grandes. Las instalaciones ya gigantescas deben evolucionar para lograr tres cosas: responder a la demanda cada vez mayor, proteger los recursos naturales, y disminuir vertidos a la atmosfera, especialmente de gases con efecto invernadero.
