Resumen:
El alumbrado público es un servicio público clave prestado por las autoridades municipales.
Una buena iluminación es esencial para la seguridad vial y la personal. Este servicio
garantiza la visibilidad en la oscuridad a peatones, automovilistas y ciclistas, reduciendo
accidentes. También incide en la prevención de diversos delitos, aumentando el sentido de
seguridad personal, así como de las propiedades públicas y privadas adyacentes.
Calles, avenidas y plazas bien iluminadas hacen más atractivas a las ciudades, pueblos y
comunidades como centros de actividad comercial y cultural, destacan los puntos de
referencia locales y generan una atmósfera agradable en los espacios públicos. El servicio
de alumbrado público es uno de los que mayor demanda la población en virtud del
crecimiento urbano, y de su relación directa con la imagen urbana y la seguridad pública.
Sin embargo, muchas instalaciones de alumbrado público son anticuadas y, por lo tanto,
altamente ineficientes, además genera un alto consumo de energía eléctrica y se tiene baja
eficiencia energética. Esto conduce a una mayor necesidad de ahorro de energía, de
mantenimiento, y de eficiencia energética, lo que se refleja en costos muy altos que tiene
que pagar el ayuntamiento, y mayores necesidades de infraestructura eléctrica e impactos
ambientales que resultan de la generación de electricidad.
A su vez, el cambio tecnológico en el campo de la iluminación permite hoy tener niveles
aceptables y con calidad de luz en exteriores con consumos de energía hasta 80% menores
a los que se tienen en muchas instalaciones. En México, el alumbrado público es un servicio
público a cargo del municipio, tal como lo establece la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos en su artículo 115, fracción III.