Resumen:
Los módulos termoeléctricos nos ofrecen la posibilidad de recuperar parte de la energía para transformarla en electricidad, abriendo así una nueva forma de conversión de energía que ayuda a resolver problemas energéticos y medioambientales existentes. Los materiales termoeléctricos son capaces de aprovechar pérdidas para producir electricidad.
La principal aplicación de este tipo de materiales es la generación de electricidad a partir de un gradiente de temperatura. Este aprovechamiento del calor residual supone una mejora en el rendimiento energético de estos procesos, partiendo de una tecnología limpia y con recursos de la naturaleza. Este tipo de generación es adecuada para el espacio ya que son dispositivos que no necesitan mantenimiento y tienen una durabilidad elevada.