Resumen:
Durante muchas décadas los combustibles fósiles han sido la principal fuente energética y también el principal motor de la economía mundial, sin embargo, no se han descubierto nuevos yacimientos petroleros de gran importancia o impacto en la producción mundial [16].
Por otro lado, se estima que hacia el año 2300, el CO2 atmosférico alcanzará un máximo de 1900 a 2000 ppm, 5 veces mayor que el actual, generando en los océanos un solvente corrosivo para todos aquellos organismos con esqueleto carbonatado [20]. Por lo que se investigan nuevas formas de combustibles que sean buenas para el ambiente.
Las microalgas son vistas como la materia prima flexible más prometedora, siendo consideradas la cosecha del futuro. Ellos crecen rápido, solo necesita luz solar, dióxido de carbono y minerales. Contienen ingredientes de alto valor, tales como proteínas, carbohidratos, lípidos, ácidos nucleicos y otros (carotenoides y polímeros). Por lo tanto, pueden ser producidos una amplia gama de mercados, incluyendo la nutrición humana y animal, cosméticos, productos farmacéuticos y biocombustibles [18].