Resumen:
En la actualidad hemos visto que la fibra óptica toma un papel muy importante, hoy en día el uso más relevante que se le da es en los sistemas de comunicación, pero también tomemos en cuenta que la fibra óptica es utilizada para transmitir información a corta o larga distancia debido a que proporciona menos perdidas en la recepción de los datos.
Una de las aplicaciones que tiene la fibra óptica es que puede funcionar como sensor. Entre los sensores se encuentran los “sensores ópticos” y “los sensores de fibra óptica”, donde la magnitud a medir introduce modificaciones a la luz o genera luz, según sea el caso, que se transporta a través de fibra óptica y se detecta para su conversión al dominio eléctrico a través de una unidad optoelectrónica, que se encarga, además de procesar la señal recibida y extraer la información requerida [1].
Las fibras ópticas se utilizan para detectar los efectos ambientales de dos maneras distintas. Estos métodos, extrínsecos e intrínsecos de detección, se ilustran en la Figura 1.1. Las fibras pueden utilizarse estrictamente como portadores de información que conducen a una caja negra para imprimir información sobre un haz de luz que se propaga a un receptor remoto a través de una segunda o, en algunos casos, la misma fibra. La caja negra puede contener espejos, una celda de gas o líquido, un brazo en voladizo o docenas de otros mecanismos que pueden generar, modular o transformar un haz de luz. El segundo tipo de sensor de fibra se basa en las propiedades de la propia fibra óptica para convertir una acción ambiental en una modulación del haz de luz que pasa a través de ella. Esta segunda clase puede dividirse además en subclases considerando el tipo de modulación impresa en el haz de luz, tal como intensidad, fase o modulación de polarización [2].