Resumen:
La operación de los procesos de la industria petrolera, incluyendo sus sistemas auxiliares, conlleva a riesgos inherentes debidos a la presencia de sustancias combustibles y actividades altamente riesgosas en virtud de las características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológica-infecciosas, en cantidades tales que, en caso de producirse una liberación sea de fuga o por derrame de las mismas o bien por explosión, ocasionarían una afección significativa al ambiente, a la población o a sus bienes.
En particular, la existencia de grandes volúmenes de hidrocarburos con un alto potencial para generar explosiones y / o incendios de gran magnitud, exige la presencia de controles del proceso para la prevención y dispositivos para la mitigación de eventos accidentales. Esto en adición a las acciones de emergencia de los operadores y de los planes de emergencia de la instalación.