Resumen:
Uno de los problemas fundamentales que enfrenta la humanidad, es la producción de
alimentos en cantidad suficiente, de acuerdo a las necesidades de la población. Para
solucionar este problema se ha recurrido a la utilización de fertilizantes químicos, los
cuales se aplican a los cultivos en cantidades cada vez mayores. El uso masivo de estos
productos, ha generado la contaminación y eutroficación de las aguas dulces por
lixiviación del NO3
- de los suelos.
En México, los fertilizantes químicos sintéticos empezaron a usarse a mediados del siglo
XX y rápidamente se convirtieron en elementos indispensables en los campos agrícolas.
Su bajo costo y amplia distribución nacional entre los productores, dado que eran
subsidiados por el gobierno federal, constituyeron una barrera para el aprovechamiento
de los recursos biológicos del suelo. Se han encontrado explotaciones agrícolas con
diferentes niveles de deterioro en su rizosfera, dependiendo de la intensidad, frecuencia y
duración de las aplicaciones de agroquímicos empleados.
Actualmente se están desarrollando tecnologías que utilizan diferentes microorganismos
con funciones específicas en la agricultura, para mejorar la productividad de las plantas.
Todos son una fuente facilitadora del manejo de los nutrimentos que benefician el
funcionamiento de los cultivos, y garantizan una productividad biológica, económica y
ecológica más exitosa, sin contaminación del ambiente y de inocuidad reconocida para el
hombre.