Resumen:
Uno de los retos más importantes para el ser humano es desarrollar un método eficiente que le ayude a controlar la contaminación ambiental. En la actualidad vivimos en un mundo 100% industrializado, lo que provoca mayor contaminación y a la vez escasez de agua.
Una de las industrias que realiza mayores descargas de aguas residuales es la industria textil; por el proceso y porque existe una mayor demanda de sus productos. El volumen y la composición de los efluentes de la industria textil son de los más contaminantes en todos los sectores industriales (Fitzgerald y Bishop, 1995).
Una fracción importante de los contaminantes liberados al ambiente en los efluentes de este giro industrial son los residuos de los colorantes. Por lo regular los colorantes textiles tienen gran persistencia en el ambiente y los métodos de tratamiento clásicos no son eficientes en su remoción debido a que las reacciones de oxidación o reducción parcial pueden generar productos secundarios altamente tóxicos (Mansilla et al., 2001).
Una gran porción de los colorantes no son directamente tóxicos para los organismos vivos. Sin embargo, la fuerte coloración que imparten a los medios de descarga pueden llegar a suprimir los procesos fotosintéticos en el curso del agua, que a lo largo del tiempo pueden agotar el oxígeno disuelto en la misma, por lo que su presencia debe de ser controlada, (Sankar et al., 1999).