Resumen:
La necesidad de detener la erosión en los suelos por la quema de rastrojo nos
lleva a considerar una agricultura sustentable como es la de conservación, como
un inicio para el mejoramiento del suelo y aumentos de producción en la siembra.
El suelo es un sistema vivo, dinámico y no renovable, cuya condición y
funcionamiento es clave para la producción de alimentos obtenidos del campo y
para el mantenimiento de la calidad ambiental a escalas local, regional y global
(Doran et al., 1999).