Resumen:
En los últimos años el uso de plásticos ha incrementado significativamente,
siendo el petróleo la principal materia para su producción. La limitada futura
disponibilidad de este recurso aunado a la preocupación por la conservación del
medio ambiente han llevado a la búsqueda de diversas alternativas.
Los bioplásticos surgen como una solución a esta problemática. El R-3-
polihidroxibutirato que algunos organismos acumulan como fuente de carbono y
energía, ha recibido especial atención por sus propiedades comparables con las
de plásticos comerciales, siendo sus mayores cualidades su biodegradabilidad y
biocompatibilidad.
La principal limitante para una amplia comercialización de PHB es su alto costo
de producción, el cual es aproximadamente 10 veces más alto que los polímeros
convencionales, una estrategia para reducir su costo es la implementación de
residuos lignocelulósicos como materia prima, estos residuos después de
tratamientos termo-químicos y enzimáticos se descomponen principalmente a
glucosa, xilosa y trazas de algunas sustancias toxicas para la mayoría de
organismos silvestres. Sin embargo, mediante ingeniería genética se han
desarrollado cepas recombinantes capaces de utilizar estos desechos y que
poseen altos rendimientos y niveles de productividad.