Resumen:
Cuando hablamos de recursos humanos, a veces resulta difícil el distinguir las actividades que proveen de mayor valor a la empresa, ya que aunque los empleados representan el 80 por ciento del valor de una corporación, resulta muy difícil medir y entender como contribuyen al resultado final del análisis financiero. “Puedo darle valor a todo lo que hay en mi oficina: mi reloj, mi escritorio, pero no puedo asignarle un valor al personal” comenta Jac Fitzenz, fundador y presidente de Saratoga Institute, una empresa consultora de administración de capital humano ubicada en Santa Clara, California. (Mondy & Noe, 2005)
Muchos autores han comentado y aceptado que el activo en el capital humano de una empresa es la suma colectiva de las características, la experiencia de vida, el conocimiento, la inventiva, la energía y el entusiasmo que el personal desea invertir en su trabajo. Esto convierte al personal de la organización en el elemento más volátil, impredecible e impreciso de todo el conjunto de valores que esta pueda poseer.