Resumen:
Los países desarrollados están protagonizando un tiempo histórico caracterizándose fundamentalmente en la rapidez con la que suceden los cambios. Ese dinamismo propio de las sociedades avanzadas concierne a lo social, a lo científico-tecnológico, a lo económico y a sus relaciones mutuas, haciendo más complejo el contexto en el que se han de desenvolver tanto las personas como las organizaciones e instituciones privadas y públicas.