Resumen:
Inicios de los sesentas y después de los setentas la industria automovilística tuvo que enfrentarse a nuevos retos complicados: seguridad, incremento en la mano de obra, competencia extranjera y requerimientos de kilometraje y principalmente control de emisiones que los usuarios exigen. El resultado de este conjunto de exigencias fue una serie de sistemas de combustible e ignición que no funcionaron muy bien. Los principales fabricantes de autos comenzaron a comercializar autos con sistema de control de ignición y combustible a base de computadoras, con intenciones de cumplir con las normas sobre kilometraje y emisiones durante la segunda mitad de los setentas.
A partir de esto surge la necesidad de monitorear las variables que intervienen en la mezcla de aire-combustible para corroborar el correcto funcionamiento del sistema de inyección electrónica.