Resumen:
En los tiempos prehispánicos, existía en Chiapas la técnica denominada Maguey o laca mexicana, la cual se basa en el uso de un aceite de origen vegetal extraído de la semilla de chía y de chicalote a través del tostado, molido y su posterior mezcla con agua para formar una pasta que, tras ser exprimida, producía el preciado aceite, y del axe, que era una sustancia parcialmente grasa y con consistencia de cera que se obtiene de la ebullición, trituración, filtrado y desecado de la hembra del Coccus Axin, un insecto mesoamericano que habita en los arboles propios de lugares cálidos y húmedos, como en la cuenca del rio Grijalva. Estas sustancias, se mezclaban con tierras obtenidas del molido de piedras calcáreas y colores naturales de origen mineral, vegetal y animal para usarlas como pintura que decora la superficie de los objetos.
La decoración chiapaneca mediante esta técnica es, en base a ramilletes de flores de muy variados Colores, entre ramajes verdes de helechos, la flor más representativa es la rosa, y el uso de aves es Significativa. La pintura es esparcida por la superficie usando el dedo meñique del artesano lo que ayuda a transferir un carácter distintivamente regional. Desafortunadamente, este insecto, del cual proviene la materia prima y es la base de toda la técnica antes mencionada, está seriamente amenazado debido a la modificación perjudicial de su ambiente natural por parte del ser humano. Los trabajos en laca, por tal motivo, son cada vez más escasos debido a la falta de materia prima.