Resumen:
La insalubridad de los alimentos ha representado un problema de salud para el
ser humano desde los albores de la historia, y muchos de los problemas actuales
en esta materia no son nuevos. Aunque las grandes empresas de todo el mundo
se esfuerzan al máximo por aumentar la salubridad de sus productos alimenticios,
la existencia de enfermedades de transmisión alimentaria sigue siendo un
problema de salud significativo tanto en los países desarrollados como en los
países en desarrollo. Se ha calculado que cada año mueren 1,8 millones de
personas como consecuencia de enfermedades diarreicas, cuya causa puede
atribuirse en la mayoría de los casos a la ingesta de agua o alimentos
contaminados. Una preparación adecuada de los alimentos puede prevenir la
mayoría de las enfermedades de transmisión alimentaria. (Ripoll, 2009)
Es necesario que los fabricantes adopten un sistema que asegure la inocuidad
del alimento al consumidor. Uno de esos sistemas a adoptar es sin duda el
HACCP el cual aportará con un plan en el que se enfatizará aquellos puntos del
proceso que son críticos y que deben ser controlados y mantenidos dentro de
parámetros a fin de que el producto llegue al consumidor en óptimas condiciones
sanitarias y libre de patógenos que causen daño a la salud del consumidor.