Resumen:
El suelo es un sistema vivo, dinámico y no renovable, cuya condición y
funcionamiento es clave para la producción de alimentos y para el mantenimiento
de la calidad ambiental a escalas local, regional y global. No sólo es la base para
la agricultura y para los diferentes ecosistemas, sino que además de él depende
toda la vida del planeta. De estas ideas nace el concepto de calidad del suelo, que
se basa en las propiedades inherentes y dinámicas de los procesos edafológicos.
Debido a la gran heterogeneidad de estas propiedades, no existe una sola medida
biológica o físico-química para determinar el estado de salud o calidad de un
suelo, así, en la actualidad se utilizan múltiples indicadores de calidad
relacionados con las propiedades químicas o biológicas que responden
rápidamente a cambios en el manejo o perturbaciones del sistema