Resumen:
La aplicación de Buenas Prácticas de Manufactura en los productos alimenticios, reduce significativamente el riesgo de originar infecciones e intoxicaciones alimentarias a la población consumidora y contribuye a formar una imagen de calidad, reduciendo las posibilidades de pérdidas de producto al mantener un control preciso y continuo sobre las edificaciones, equipos, personal, materias primas y procesos.
El mercado exige actualmente empresas capaces de suministrar productos o servicios que cumplan con los requisitos de calidad pactados. La forma más idónea que tiene un cliente de comprobar que realmente su proveedor le va a servir con base a unos estándares de calidad pactados, es exigirle que un organismo reconocido certifique su sistema de calidad. En un mercado difícil y competitivo, para lograr éxitos, crecimiento y desarrollo, las empresas deben gestionarse con las técnicas apropiadas por parte de directivos entrenados, formados, capacitados y comprometidos con el futuro de las organizaciones. Las normas son una guía para que empresarios y directivos gestionen sus organizaciones de forma que se asegure tener un buen control sobre los puntos clave del negocio. (Audy, enero 2011).