Resumen:
El género Jacquinia L. pertenece a la familia Theophrastaceae que incluye 6 géneros y
aproximadamente 110 especies. Mientras que Jacquinia L. incluye alrededor de 33 especies
distribuidas en América Central, el Caribe, y América del Sur (Stähl 1989, 1992, 1995; Stähl
y Axelrod 1998). En México hay dos especies de Jacquinia muy parecidas: Jacquinia
macrocarpa, distribuida en la selva baja caducifolia y en las zonas sabanizadas de la planicie
costera del Golfo de México, desde el norte de Veracruz hasta la península de Yucatán, y
Jacquinia pungens, que forma parte de las selvas bajas caducifolias de la costa del Pacífico,
desde Sonora, hasta Guerrero, Oaxaca y Chiapas, y en la cuenca del Balsas hasta el sur de
Puebla; Jacquinia macrocarpa difiere en la nervación penninervada, los estambres un poco
más cortos y el fruto aproximadamente de 2 cm de diámetro (Pennington & Sarukhán, 2005).
Gonzales y Toledo (2013) reportan que el extracto de las raíces de la planta Jacquinia
macrocarpa, produjo mortalidad de garrapatas adultas de R. microplus durante las primeras
24 h (60 %; p<0.05). De acuerdo con los resultados in vitro, se puede comprobar la eficacia
de la raíz de J. macrocarpa (60 %) como acaricida, lo cual se considera relevante, ya que la
FAO (1993) considera eficaz un producto acaricida cuando este presenta un 60 % de muertes
en las garrapatas.
La biotecnología vegetal es una de las disciplinas científicas que más desarrollo ha
demostrado en los últimos años. Actualmente ofrece una alternativa real para la resolución
de un gran número de problemas relacionados con el mejor aprovechamiento de las plantas
por parte del hombre. Esta disciplina es sin duda una herramienta invaluable para incrementar
tanto la cantidad como la calidad de los alimentos de origen vegetal, así como para obtener
nuevos productos con diversas aplicaciones a partir de las plantas.