Resumen:
El trabajo se centró en el cultivo y aislamiento de microorganismos extremófilos, además de
una determinación molecular de las bacterias aisladas provenientes de 3 distintos puntos de
los lagos del Baño del Carmen de Chiapas.
El desarrollo tecnológico requiere del uso de catalizadores y otras biomoléculas capaces de
generar productos con una inversión mínima y en lapsos de tiempo cortos. De manera
paralela, se debe disminuir el impacto ambiental que genera la actividad industrial, y
optimizar la utilización y el manejo de los recursos naturales (Cavicchioli et al., 2011). Al
día de hoy, el número de enzimas con aplicación industrial es inmenso, sin embargo, muchas
de ellas sólo pueden funcionar bajo limitadas condiciones de temperatura, pH y medio de
reacción (Sarmiento, 2015).
La gran biodiversidad existente entre los microorganismos extremófilos y su capacidad para
sintetizar proteínas y enzimas (extremoenzimas), capaces de funcionar bajo condiciones
extremas, ha abierto un prometedor panorama en la biotecnología, ya que gran parte de los
procesos industriales ocurren bajo condiciones extremas de temperatura, presión, fuerza
iónica, pH y solventes orgánicos. Además, las extremoenzimas pueden ser usadas como un
modelo para diseñar y construir proteínas con nuevas propiedades de interés para
determinadas aplicaciones industriales, a través de la manipulación genética de
microorganismos.